viernes, 1 de abril de 2016

Primera parte de una mente corrompida

En lo poco o mucho que llevo de vida(según se mida en experiencia o en años) he aprendido algunas cosas que me gustaría compartir con quien quiera leerme o escucharme.
Hay noches de soledad y humo en mi habitación que me inspiran a escribir notas sueltas, que mueren en el disco de mi computadora o viven para siempre en algún blog desconocido en Internet... Son textos que hoy me parecen geniales y que tal vez mañana me haga plantearme ¿en qué estaba pensando? o en 2 años sean el tesoro más preciado que encuentre al chequear mi vieja Pc.

Me gusta escuchar música mientras escribo mis sueltas ideas, pero soy muy distraída y suelo dejarme llevar por las letras y a veces hasta por las simples melodías.
Soy una eterna soñadora, demasiado apresurada, me voy en cada pensamiento, me ilusiono con cada deseo. La imaginación es mi fuerte.
Tal vez sea fruto de que desde pequeña, por mis problemas para dormir me enseñaron a ''pensar en cosas bonitas'' al cerrar los ojos cada noche.

Tengo muy marcada en mi memoria una noche en el campamento de mi colegio, tenía 6 años, algo así y no podía dormir.
Recuerdo ver a todos lados, encontrar oscuridad y aturdirme en un inmenso silencio, producto del sueño de más de 20 niños cansados después de haber jugado en el campo durante todo el día.
 Pero para mi, el cansancio físico no era suficiente.
Esa noche, al no poder dormir recuerdo que me refugié en mi sobre de dormir, me tapé hasta la cabeza y encendí mi linterna creyendo que las profesoras no iban a ver la luz, pero si la vieron y no duró ni 2 minutos encendida.
Una de mis profesoras se acercó a regañarme y le expliqué que no podía dormir. En ese momento me enseñó a soñar despierta, antes de dormir.
Es algo que llevo hasta el día de hoy, cada noche cuando no puedo dormir.
Muchas personas creían que tenía miedo, miedo a la oscuridad o simplemente miedo. Mi madre intentó prendiendo luces, dejando la Tv encendida, pero ese no era el problema.
Nunca fui una persona miedosa, creo que el único miedo que se debe tener es a quien crees que te acaricia con plumas cuando en realidad lo hace con navajas.

Mi pasatiempo de soñar despierta suele tener consecuencias, buenas y malas. A veces me sirve para tener metas y querer cumplirlas pero también me castiga haciendo que fantasee con cada persona que conozco y me sonríe o me hace un cuento color rosa, si me explico?
Intento mostrarme como una persona fría y con humor negro, aunque en realidad lo soy, solo que cuando una persona me toca el corazón me convierto en un bebe que solo quiere ser mimado.
El puto pasado amoroso con el que cargo me juega en contra cada día de mi vida, cada momento en el que se me presenta una nueva oportunidad, cada vez que quiero empezar algo nuevo, mi cabeza se encarga de hacerme acordar del sufrimiento que he vivido.
No quiero profundizarme en eso, ésto no es auto-ayuda, pero mis desilusiones me enseñaron a no confiar en cualquier persona, a no darle oportunidades a cualquiera y eso es algo que quiero dejarles.
La belleza física no es la primordial, pero tampoco lo es la interior, saben? Nunca me he fijado en la belleza exterior a la hora de estar con alguien y ésto me ha jugado en contra.
Con ésto no estoy diciendo que yo sea la mas bella del planeta, pero las personas con las que estaba así lo creían, o no la mas bella, pero me veían atractiva.
A la hora de tener una relación seria juegan muchas cosas, una de las primordiales son los celos y la inseguridad.
Si para la sociedad una persona es más ''fea'' que otra, va a tener menos cumplidos, menos atención, lo que le va a llevar a tener baja auto estima, al menos a la mayoría. Y ésto va a generar problemas internos en la persona, creando discusiones con su pareja por celos, por miedo a que le dejen por alguien mas atractivo, etc... Y aunque esa persona sea la más buena del mundo va a lastimar a su pareja, demostrando desconfianza.
Básicamente a eso me refiero cuando no siempre hay que elegir por la belleza interior. Lamentablemente hay un estereotipo de belleza que todos alimentamos día a día, algo que hace crecer niñas deprimidas y niños inseguros. Pero es más fuerte que nosotros, verdad? Aunque nos parezca espantoso, compramos la ropa que Europa nos impone como moda y nos maquillamos o peinamos como las marcas estadounidenses mandan.